viernes, septiembre 22, 2006

Grandes Películas para mí...THE WARRIORS "Los Amos De La Noche".





Hay ciertas películas que se quedan grabadas en la retina del espectador, sobretodo si este es "joven e impresionable" en el momento en que las vio; normalmente suele ser debido a su estética, su acción y sus diálogos únicos que de pequeños nos hacían alucinar con ellas y que eran luego la comidilla del patio de la escuela, recordándolas una y otra vez. "The Warriors" de Walter Hill es probablemente uno de los filmes que más se acercan a esas características, que será siempre recordado por ellas pasen los años que pasen. Cuando nos hicimos más mayores e indagamos algo más sobre aquella película y sus influencias, nos dimos cuenta de que era nada mas y nada menos que una adaptación (adpatación de adaptación, ya que la base es una novela contemporánea) muy pero que muy libre de la "Anábasis" de Jenofonte, aquella obra clásica en la que unos bra vos guerreros atenienses vuelven a casa tras enfrentarse a los persas, con miles de enemigos en la retaguardia que quieren acabar con ellos. Los Warriors (o "Güorriers" como incomprensiblemente se pronuncia el nombre en el doblaje español, una de las cosas que hace entrañable a esta película) son una banda de macarrillas de Coney Island que viajan hacia la otra punta de NY, el Bronx, para asistir a un cónclave de todas las bandas de la ciudad. En el se espera la aparición de Cyrus, una especie de predicador/Mesías loco que con su enfervorecido discurso pretende que todas las bandas se unan en un solo frente contra la policía y que tomen la ciudad. Por desgracia la policía ya está enterada del cónclave y llegan oportunamente a aguar la fiesta. Durante la refriega Luther, el líder psicótico de una de las bandas, mata a Cyrus de un disparo y le hecha la culpa a los Warriors. A partir de ahí los Warriors tendrán que volver a su Coney Island natal, con la retaguardia cubierta por 100.000 miembros de las otras bandas, furiosos por la muerte de Cyrus. Una emocionante y angustiosa persecución de una sola noche, entre trenes, avenidas llenas de basura y parques... El film no da un solo momento para el descanso; si se asume enseguida su juego y nos dejamos llevar por el nos proporciona muchísima diversión. La fotografía nocturna, la escenografía llena de calles desiertas, metros llenos de grafittis... nos remite a esa Nueva York suburbial de finales de los 70, pero el film pasa por alto la problemática social y nos mete de lleno en la épica; las bandas no son grupos de marginados, son guerreros con su honor, su territorio y su sentido de la justicia. Hay héroes, villanos, aliados dudosos, "femmes fatales"... El hecho de enmarcar la acción en una sola noche aumenta la tensión de la película muchos enteros y las luchas entre los Warriors y las otras bandas están coreografiadas de una manera muy clásica; aquí no hay artes marciales ni casi ningún tiroteo, todo se resuelve con bates, cuchillos, puños y mucha astucia, lo que acentúa el carácter de épica antigua de la acción. Para muchos, una película que recuerdan gratamente de la infancia, para muchos otros, un peliculón que aunque en su estética ha perdido con el tiempo (ya no estamos en los inicios del rap, que le vamos a hacer) se sigue manteniendo como obra de culto genial.